DOMINGO DE PENTECOSTÉS
Creyendo, guardas la Palabra. San Juan 14: 15-27. Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. El que no me ama, no guarda mis palabras. Qué fácil es amar una ideología, a un equipo, a un grupo de amigos, al dinero, a las riquezas o al poder. “No te compliques la existencia con la religión, con Cristo, disfruta de la vida”. Seguro que has podido escuchar esto alguna vez. En tu vida te puedes encontrar con las siguientes clases de personas. Unas que destilan amor a doctrinas del hombre, sean políticas, sociales o religiosas. Encuentran el sentido de sus vidas persiguiendo la creación de una sociedad mejor, sin pobreza, ni desigualdades, ni sufrimientos. El anhelo de lo trascendental y de una misión lo rellenan luchando contra el cambio climático, contra el racismo o contra el machismo institucional. La tranquilidad de saber que tu vida se desgasta en un propósito, aparentemente positivo, puede da